Picasso, sin colores

Un relato inédito de JULIO MURILLO   Cuando el Citroën Traction Avant 11A se detuvo frente al número siete de la rue des Grands-Augustines, las agujas del reloj de la iglesia cercana señalaban las nueve de la mañana. Normalmente, a esa hora, monsieur Gazzolu colocaba la fruta fresca del día en el exterior de su…